Un ingeniero informático, administrador solidario y titular del 50% de una sociedad limitada de desarrollo de software y formación, contactó con nosotros para recabar asesoramiento en el proceso de separación con su socio, otro ingeniero, titular del restante 50% del capital social.
Ambos socios habían experimentado en los últimos años un proceso de paulatino deterioro de su relación personal, hasta que el socio encargado de la formación le planteó a nuestro cliente – responsable de la parte de software – la separación, invitándole a que fuera él quien abandonara la sociedad.
El socio en cargado de la parte de formación estaba intentando convencer a nuestro cliente a través de sus abogados de confianza, para que firmara un acuerdo teóricamente neutral, pero que nuestro cliente nunca consideró aceptable, por desequilibrado.
Nuestra labor consistió en empezar de cero la negociación, construyendo las nuevas bases de un contrato transaccional mucho más sencillo, más claro y con menos riesgos para nuestro cliente, quien vio aprobada su gestión y quedó al margen de cualquier contingencia futura.
De esta forma, nuestro cliente pudo vender las participaciones de la empresa a la propia empresa, quien las compró como autocartera, y pagó a nuestro cliente como precio, la íntegra propiedad del software, para que mi cliente pudiera seguir desarrollándolo y comercializarlo libremente. El otro socio se quedó con la empresa y los proyectos de formación en curso.
Pese a que las negociaciones se alargaron más de tres meses en pleno Estado de Alarma, la posición de nuestro cliente fue relativamente cómoda, dado que, en caso de desacuerdo, estaba dispuesto a instar la disolución de la sociedad por bloqueo de la junta de socios por no poder aprobar las cuentas anuales en la inminente junta ordinaria.
Además, nuestro cliente no tenía prisa en salir de la sociedad, pues seguía controlando su gestión desde su cargo de administrador solidario. En cambio, el otro socio sí que tenía prisa en la separación, cosa que desencalló las negociaciones.